Cierra los ojos e imagina un mar inmenso. Ahora divisas a lo lejos un barco con una chimenea amarilla. Probablemente pienses en un barco de Costa Cruceros, y es que no se me ocurre algo más icónico para reconocer una naviera. Que un símbolo o incluso un color identifique tu marca es un gran logro para cualquier compañía y, durante estos últimos años, la imagen de Costa ha ido evolucionando sin renunciar a su esencia.
Durante varias décadas navegando, Costa siempre ha sido la mayor embajadora del estilo italiano en el mar, con una personalidad muy marcada. Desde su primer barco de cruceros "Anna C" hasta los más recientes como el Costa Smeralda, ha habido varios cambios en todos los aspectos. Uno de los más notables fue a partir de la adquisición de la compañía por parte de Carnival. El estilo extravagante de Joe Farcus, diseñador de esta naviera, se empezó a ver reflejado en barcos como el Costa Magica o el antiguo Costa Concordia. Salones llenos de color, barrocos, con miles de cristales y obras de artes inundaban la flota, que parecía sacada de un cuento de hadas. Acompañado de nombres como Favolosa, Fascinosa o Diadema, los buques de Costa de este periodo desprenden un brillo y una fantasía únicos.
Con la llegada de los barcos más recientes como el Venezia o el Smeralda, Costa empezó a tomar un nuevo rumbo hacia sus raíces: la hospitalidad italiana. Abandonando los nombres glamurosos, los barcos han empezado a ser homenajes a las regiones y ciudades más bellas de Italia, no solo en sus nombres sino en sus diseños y experiencias. El ejemplo más claro es el actual buque insignia, el Costa Smeralda, una propuesta mucho más refinada inspirada en la excelencia de lugares como el Colosseo o la Piazza di Spagna de Roma, que define una nueva línea para el resto de la flota.
Pronto empezaron a rediseñar la web, las tarjetas de los camarotes y el estilo gráfico en general. Estos últimos días, Costa presentaba una nueva imagen definitiva marcada por el minimalismo, con una renovación de su logotipo, inspirado en la unión del mar y la tierra, y que llega acompañado de nuevas propuestas gastronómicas y turísticas.
A partir de ahora, Costa apuesta por la cultura mediterránea con la incorporación de la galardonada chef francesa Hélène Darroze y nuestro admirado Chef del Mar, Ángel León, que se unen al ya presente Bruno Barbieri en la confección de los menús destino a bordo. Así, cada noche podremos degustar una creación de alguno de estos chefs inspiradas en el próximo puerto de escala.
Además, se estrena un nuevo restaurante a bordo del Costa Smeralda inspirado en el mar y la sostenibilidad, "Archipelago", que irá incorporándose a otros barcos de la flota. En él, podemos degustar uno de los tres menús de los mencionados chefs, que conoceremos en el blog con profundidad más adelante.
Otros de los cambios que llegan afectan a las excursiones. Costa promete la llegada de escalas más largas que nos permitan disfrutar más los destinos (por ejemplo en los cruceros del Costa Venezia de la próxima temporada de verano), así como un nuevo pack de excursiones, MyExplorations, que incluye dos excursiones de medio día y una de día completo. Otra de las novedades son las excursiones en colaboración con National Geographic que irán llegando. Iremos ampliando los detalles según vayamos conociéndolos.
A todo esto, sumamos la promesa por parte de Costa de ampliar los horarios de los restaurantes para unas vacaciones más flexibles, y el acercamiento de la cultura española tanto gastronómicamente como con propuestas de entretenimiento por parte de José Corbacho, Edu Soto y El Sevilla.
En definitiva, Costa Cruceros se renueva en uno de los mejores momentos para resurgir, regresando al estilo italiano, cuidando la experiencia con más detalle y dando valor a cada destino. Una nueva imagen fresca y elegante que sienta genial y va en concordancia con los nuevos barcos de la flota y que redefine el rumbo de Costa para los próximos años.